A un vuelo de poco más de dos horas desde Madrid, Flandes rebosa de arte, cultura e historia. Este antiguo feudo español (Carlos I de España, que aquí nació, lo era antes de los Países Bajos), es centro institucional de Europa, bastión del cómic, paraíso para los ciclistas y nirvana para los amantes del chocolate y de la cerveza. Una ruta de exploración por los rincones más bonitos de la región flamenca nos lleva desde La Grand Place de Bruselas a los canales de Brujas; del esbelto campanario de San Rumoldo en Malinas a las antiguas casas gremiales del barrio de Grasley en Gante; de la casa de Rubens en Amberes y sus negocios de diamantes a una granja de ostras en Ostende… Sin olvidarnos de parar en ilustres museos, tabernas con mucho encanto y pantagruélicas bombonerías.