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A un kilómetro de distancia y conectado con el vestíbulo a través de carritos de golf, encontramos las camas balinesas del Gabi Beach Club. Pero la propoia playa frente al hotel es también una maravilla, sobre todo si nos animamos a contemplar el amanecer desde la arena. Nos gusta también por sus habitaciones sobre el acantilado y por su servicio The Level, con experiencias exclusivas.
La isla que vio nacer a Freddie Mercury es un destino de resonancias míticas, que ha visto arribar a sus costas a sultanes, británicos y portugueses, y alcanzó su fama por el tráfico de especias y esclavos. Reconvertida hace años al turismo al saber explotar su benigno clima, las playas de arena blanca y una herencia arquitectónica, se ha convertido en el punto y final ideal de los viajes de safari por Kenia y Tanzania. Después de días de mucho trote, aquí se viene a descansar y, sin duda, el Meliá Zanzíbar colma las expectativas en ese sentido. Se encuentra en la costa este, bañado por un desbordante amanecer y con algunas de las mejores playas de la isla. Y para que no haya nada de lo que preocuparse, funciona en régimen de todo incluido.
Rodeado de 40 hectáreas de exuberantes jardines tropicales, el hotel cuenta con 124 habitaciones en cinco tipos de alojamiento. Las hay de 44 m2 y salida directa al jardín privado, con una deliciosa ducha tropical al aire libre. De 48 m2 son las situadas en las terrazas, que ganan por sus vistas al mar y tampoco prescinden de la mencionada ducha. Las Romance Ocean Front se asoman al acantilado sobre el que se alza el hotel y las suites desbordan por su amplitud y cuidada decoración.
El régimen de todo incluido no es sinónimo de monotonía, empezando por su oferta gastronómica, pues cuenta con 5 restaurantes y 4 bares. La influencia árabe y africana es patente en The Spices, con servicio bufé. El restaurante Jetty, de cocina internacional, se alza sobre el agua al final de un muelle, y el Aqua, encaramado en el acantilado con magníficas vistas al océano Índico, tiene una clara de influencia mediterránea con notas de color africana.
El spa se impregna de fragancias africanas. Guías proporcionados por el propio hotel conducirán al huésped al centro histórico de Stone Town –declarada Patrimonio Mundial por la Unesco–, el bosque Jozami, famoso por su población de monos, o Prison Island, prisión y hospital envuelto en jazmines. Un paseo en un 'dhow' al atardecer, una excursión en 'quad' o un día de pesca también pueden llevar a estar más activo de lo previsto…
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