Cuando viajé a Doha la última vez hace unos 10 años, era una ciudad en pleno desarrollo con un paisaje lleno de grúas.
He regresado hace unas semanas y el país que va a recibir los mundiales de fútbol se ha transformado. Aterrizar en el nuevo aeropuerto Hamad Internacional es la primera grata sorpresa por su arquitectura y su eficiente funcionalidad. Lo primero que me llamó la atención es el desarrollo urbanístico de la ciudad y su impresionante paisaje que se ha convertido en un museo de edificios de los mejores arquitectos del mundo. Parece sacado de The Jetsons, es futurista. La arquitectura de los edificios es atrevida y una hazaña de ingenio y buena ingeniería. Recomiendo verlo y deleitarse con el espectáculo arquitectónico desde el agua, preferiblemente al atardecer cuando el paseo marítimo y los edificios están iluminados y el cielo sobre las aguas color verde azulado del Golfo Arábigo se vuelve de diferentes tonos de naranja. Dhows (barcos de pesca qataríes) están disponibles a lo largo del paseo marítimo para alquiler por hora. Algunos cruceros dhow ofrecen salidas de tres a cuatro horas con cena, música tradicional y entretenimiento, mientras que otros ofrecerán itinerarios rápidos de tan solo quince minutos.