Historia de un charme irresistible

Historia de un charme irresistible

Por motivos profesionales y particulares, familiares y culturales, he visitado y pasado numerosas temporadas en el Sudoeste de Francia, una extensa región llena de encantos naturales y patrimoniales: Las Landas, el País Vasco francés, el Béarn, la isla de Ré, el Poitou… La lista de lugares atractivos del territorio que los romanos llamaron Aquitania –“tierra de aguas”- es inacabable.

Sin duda, la joya de la corona aquitana es su capital, Burdeos, una encantadora ciudad mediana con el tamaño ideal para ser recorrida a pie y en la que he pasado momentos y experiencias siempre vivas en mi memoria. Por ello, vuelvo a visitarla y vivirla en cuanto se presenta la menor ocasión: un centro urbano bellísimo, de aire inequívocamente “Segundo Imperio”, un ambiente refinado y burgués, un comercio tradicional de altísima calidad, una cocina famosa en el mundo… Una suma de factores que dan como resultado una pequeña metrópolis que invariablemente aparece todos los años encabezando el listado de las ciudades preferidas por los franceses para vivir.

Si a todo esto le añadimos un maravilloso paisaje agrícola circundante -el legendario vignoble bordelais- cuna de los vinos más apreciados del mundo y una cercanía al océano (¡Ojo! Ellos nunca dicen “mar”, les parece despectivo para su colosal fachada atlántica), la mezcla es tan atractiva y seductora como un par de copas de Pomerol.

La joya de la corona aquitana es su capital, Burdeos, una encantadora ciudad mediana con el tamaño ideal para ser recorrida a pie y en la que he pasado momentos y experiencias siempre vivas en mi memoria.

Mi colección de pequeños placeres adictivos bordeleses es también extensa: dar un paseo por los muelles del Garona, tomar un aperitivo en el encantador barrio de Chartrons, curiosear entre las piezas del mercado de antigüedades de la Place Saint-Michel, comprar una buena (¡excelente!) botella de Entre-Deux-Mers en la tienda más bella de Europa, saltarme el postre en la comida para sustituirlo por un canelé chez Baillardran… ¡La lista de tentaciones no tiene fin!

Burdeos
Burdeos
Burdeos

Un centro urbano bellísimo, de aire inequívocamente “Segundo Imperio”, un ambiente refinado y burgués, un comercio tradicional de altísima calidad, una cocina famosa en el mundo…

Burdeos

Os propongo acompañarme a una escapada -yo siento ya de nuevo la urgencia de volver- para disfrutar de la calidad de vida de la ciudad, sus châteaux vinícolas, las míticas bodegas y sus alojamientos de encanto: una inmersión total en L’art de vivre à la française.